martes, 22 de enero de 2013

PARA LOS PROFESORES NOVATOS: REGRESO AL COLE: REGLAS Y RUTINAS EN EL AULA




Hay una regla básica: si pones una norma cualquiera, o la sigues tú también o el alumnado te pierde el respeto. Si no dejas comer en el aula y tú traes un bollo todas las mañanas, dado que los chicos y chicas no suelen contener sus opiniones, te verás en una situación "incómoda". Aunque servir de modelo es algo agotador, viene con el trabajo.



  • Sigue las reglas
Las reglas tienen consecuencias y las rutinas tienen recordatorios... Eso implica que es mejor que tengamos menos reglas y más procedimientos, rutinas. Eso sí: si establecemos una regla, debemos atenernos a ella. Normalmente, hay dos advertencias y, posteriormente, una sanción (consecuencia) tras incumplir una regla... Una regla no puede ser tratada como una rutina. 

Los y las estudiantes, en realidad, están observando el seguimiento del reglamento; es mejor elegir un número reducido de reglas

  • Rutinas
Hay rutinas que podemos implantar en un minuto y otras nos llevarán medio curso, o más. Las que requieren mayor esfuerzo normalmente son dudosas o ambiguas, poco claras. Por ejemplo: imaginemos que hemos fijado como norma de clase no levantarse del asiento. Pues hay muchas situaciones en las que el o la estudiante va a tener que levantarse: afilar un lápiz, salir a la pizarra, coger un pañuelo, &c. Lo importante no es si levantarse o no de la silla está permitido, sino para qué puede levantarse del pupitre. Sentido común...

Hemos de entrar, el primer día de clase, siendo claros/as, y continuar siéndolo hasta el final del curso.

  • Transparencia
Sea una norma o una rutina, los alumnos y las alumnas tienen que saber qué quiere decir exactamente, qué implica y ver dos o tres ejemplos. Por ejemplo, si hay normas de caracter general - como ser respetuosos y respetuosas - tendrás que dar más ejemplos aun, sin importar la edad del alumnado.

Pide a la clase una lluvia de ideas y que expliquen con sus palabras cada norma, aportando algún ejemplo de "cosecha propia": así nos aseguramos de que tienen una comprensión suficiente de cada regla.

Es muy bueno involucrar a los/as estudiantes en la toma de decisiones y en la elaboración del reglamento, aunque requiere bastante tiempo. A menudo estamos tentadas/os a darles, únicamente, la información, pero implicarles en todo esto da grandes frutos. 

  • El objetivo final
Normalmente, cuando los/as docentes están hablando entre ellos/as, hablan, básicamente, de la gestión del aula, pero no de una enseñanza eficaz: nuestro objetivo es que los niños y las niñas aprendan y reciban la educación que necesitan. Debemos hacer que las metas se logren. Debes evaluar si tus objetivos de aula se están cumpliendo en el sentido más amplio y cómo progresa tu alumnado y tú misma/o, como docente.
Autora : Rebeca Alber, para Edutopía

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